miércoles, octubre 25, 2006
Posted on 12:19 a. m. by SK
¿De qué se trata, cualés son las bases de una segunda Reforma universitaria? A casi tres meses de la elección de Rodrigo Arocena como rector de la Universidad de la República, y por comenzar el proceso de elección de pro rectores, nos permitimos un post sobre las bases generales que entendemos debe tener la segunda reforma universitaria. Extraemos partes del documento "Doce premisas para una reforma unviersitaria" de la federación de estudiantes. Otra cita casi ineludible sería "Por una Universidad de cercanías" de Rodrigo Arocena http://www.adur.org.uy/ptarocena.htm
"La Universidad Abierta. Los estudiantes queremos muchos más estudiantes universitarios. Es una verdad inocultable que a la formación superior no accede quien lo desea sino los que pueden entre aquellos que lo desean. Uruguay expone una tasa de escolarización terciaria muy inferior a la media de los países centrales y no es posible soñar con un Uruguay distinto, justo, solidario que le brinde la posibilidad de desarrollarse integralmente a todos, si la educación no deja de ser un derecho formal, pero no efectivo y continúa en los hechos constituyendo un privilegio. Por ello, no forma parte de nuestro programa de reforma universitaria ninguna propuesta de limitación del ingreso, egreso o de la permanencia por razones económicas -como la matrícula- o por demandas académicas inexigibles -como la prueba de ingreso eliminatoria-. Muy por el contrario, debemos promover modalides y trayectos distintos que tiendan a igualar a las personas que vienen con formación cualitativamente variada, y políticas efectivas de apoyo económico a los que menos tienen, preservando la educación gratuita en todos los niveles educativos, incluídos los posgrados y educación permanente."
La primera función: Una educación liberadora. Más allá de las profundas connotaciones filosóficas y políticas de una educación que busque hombres y mujeres libres, es necesario comprender la necesidad objetiva en la sociedad del conocimiento, de abandonar la exclusividad de los modelos de educación profesionalista y los esquemas rigurosamente disciplinares, promoviendo el tránsito horizontal dentro de las áreas de conocimiento y entre las mismas, de modo de permitir que los estudiantes vayan construyendo formaciones trasversales, nuevas, interdisciplinarias, que los posibilite afrontar nuevas problemáticas. Ello no implica la eliminación de los trayectos verticales, de las formaciones profesionales, supone abrir una gama enorme de posibilidades formativas, promoviendo a su vez la creación de nuevos campos disciplinares y nuevas áreas de producción de conocimiento.
Una educación liberadora, en el marco de un país subdesarrollado y dependiente, no puede obviar las diferencias al inicio con las que llegan los estudiantes en función de la realidad social y económica que los comprenda. Pero una educación superior nueva no debe clasificar para distribuir a sub niveles educativos de “diferente categoría” en función de las situaciones académicas al inicio, sino que debe promover un trayecto distinto para personas con formaciones distintas, pero con un horizonte convergente, e igualador. De lo contrario, transformaríamos a la educación universitaria en un espacio sólo accesible para las élites minoritarias en una sociedad signada por la injusticia y la desigualdad.
Una educación liberadora, en el marco de un país subdesarrollado y dependiente, no puede obviar las diferencias al inicio con las que llegan los estudiantes en función de la realidad social y económica que los comprenda. Pero una educación superior nueva no debe clasificar para distribuir a sub niveles educativos de “diferente categoría” en función de las situaciones académicas al inicio, sino que debe promover un trayecto distinto para personas con formaciones distintas, pero con un horizonte convergente, e igualador. De lo contrario, transformaríamos a la educación universitaria en un espacio sólo accesible para las élites minoritarias en una sociedad signada por la injusticia y la desigualdad.
La segunda función: La creación de conocimiento pertinente. La investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación forman parte de la segunda función esencial de la Universidad Latinoamericana. En un contexto de subdesarrollo, de recursos limitados, de infraestructura restringida es absolutamente imprescindible la elaboración de agendas de investigación que establezcan prioridades claras vinculadas con el desarrollo nacional en todas las dimensiones del desarrollo. Esto no significa la eliminación de las miradas de largo plazo, no representa una enfoque cortoplacista de la investigación o la sobre valoración de la investigación aplicada, en perjuicio de la investigación fundamental. Significa el establecimiento de prioridades en un entorno saludable de diversidad en las líneas de producción de conocimiento, preservando siempre un amplio ecosistema creativo, pero observando muy particularmente las demandas de nuestro país, su sociedad y su sector productivo -en su amplio sentido-.
Por su parte, la educación superior no puede desligarse de la producción de conocimiento, por lo que deben elaborarse políticas efectivas de incorporación de todos los estudiantes desde muy temprano a los ámbitos de creación de conocimiento, desarrollo e innovación, tanto en la Universidad como en otros ámbitos de la sociedad y del sector productivo.

La tercera función: Una Universidad Inmersa en la Sociedad. Tal vez la tercera función de la Universidad Latinoamericana constituya uno de los aportes más originales de este modelo a la humanidad. La extensión universitaria, comprendida como un espacio de formación exclaustrada, inserta en la sociedad, bidireccional, contributiva al desarrollo local y nacional, es una de las mejores herramientas para formar individuos de la mayor estatura ética, con el mayor compromiso con su pueblo y con su tiempo y, por cierto, plenamente concientes de los padecimientos a los que los modelos de exclusión han conducido a la mayor parte de la sociedad. Es también, en su sentido amplio, un instrumento para vincular a la Universidad con el país y para contribuir con el crecimiento cultural y político de todos los universitarios y los no universitarios.
Comprende además de un derecho de todos los universitarios, una herramienta formativa para todos y una forma de ejercer la responsabilidad social que todos los que pudimos acceder a la educación superior tenemos, en un país, que como ya hemos dicho, la educación superior es un derecho meramente formal, pero todavía constituye en la práctica un privilegio de pocos.
La Universidad para el Desarrollo. La Universidad de la República debe estar profundamente comprometida con el cambio político y económico que requiere nuestro país. Debe contribuir vinculándose, insertándose, formando, investigando, produciendo tecnología nacional, contribuyendo a agregar valor a nuestra producción. No obstante, no es lo mismo comprometerse con el crecimiento económico que con el desarrollo nacional, con la producción que con el trabajo. Comprometerse con un horizonte de desarrollo nacional supone comprender que además de crecimiento económico debe haber justicia distributiva, y pleno respeto de los derechos humanos, en sus vertientes filosóficas, políticas, culturales y económicas. Una Universidad vinculada con el sector productivo (en su sentido estricto) también debe vincularse con los trabajadores, con los cooperativistas, con las demandas sociales que muy posiblemente no puedan financiar convenios, pero de cuyo abordaje la Universidad Latinoamericana debe ser plenamente responsable.
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3 Comentarios " "
Fantastico, simplemente fantástico. El C-100 se va para arriba.
JJJ
No marchan los links a las fotos
ahora marchan
Nicolás
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